Taco de Hígado: Sabor y Serendipia en Querétaro

“Pide lo que quieras, pero no te vayas sin probar el de hígado encebollado con guacamole y queso. Pero así diles que te lo den: con guacamole y queso. Es mi favorito. Confía en mí, te va a encantar”, así me lo dijo un comensal a punto de irse de una de las incómodas sillasSigueSigue leyendo «Taco de Hígado: Sabor y Serendipia en Querétaro»

Inesperadas confrontaciones académicas o de cómo hay esperanza en la formación universitaria.

Ante la mediocridad formativa, hay momentos de esperanza. Mi profunda ignorancia fue confrontada en un concurso estudiantil de universidades públicas.

“Esbozos de personificación y simbolismos del maguey en Singuilucan, Hidalgo.”

Los hallazgos preliminares sugieren que el maguey es concebido como un ser con características humanas: biografía, voluntad y agencia, cuya vida es aprovechada ritualmente para el sustento humano, configurando un sistema biocultural análogo y complementario a la milpa.

Miradas etnográficas. Una crítica a propósito del concepto de cocina tradicional.

la etnografía se revela como una herramienta indispensable para desentrañar la compleja madeja contenida en el concepto de cocina tradicional, siempre y cuando los estudiosos se mantengan con criterios académicos sólidos, objetivos, y en un estado emic para la recopilación de datos

¿Quién paga la cocina mexicana? Dedicado a los clientes y comensales. Mi sentido pésame.

Un kilo de tortillas a casi medio salario mínimo, o restaurantes abiertos por capricho. La cocina mexicana la paga quien tiene dinero. Ya es elitista, clasista e inaccesible.

Desde el humo de Sabinas. Sobre el Festival de la carne asada y reencuentros norestenses.

Los bautizos en el norte no se hacen con agua sino con brasa y humo. Las amistades son para siempre, y lo confirmé en este concurso de calidad mundial.

Carta abierta al chef e investigador gastronómico Abdiel Cervantes.

Abdiel Cervantes ha marcado a miles de personas con sus enseñanzas y postulados de cocina mexicana. Yo soy uno de ellos. No hay Lalo Plascencia sin Abdiel Cervantes. Hoy somos amigos y soy afortunado de reconocerlo.