Criticar lo malo en las licuachelas es un acto de resistencia a la sobre estimulación organoléptica, es tratar de ganar lugares en la carrera contra la gentrificación y la sobredosis de dopamina.
Criticar lo malo en las licuachelas es un acto de resistencia a la sobre estimulación organoléptica, es tratar de ganar lugares en la carrera contra la gentrificación y la sobredosis de dopamina.