Cuando conocí a Juan Carlos García en 2013 durante mi curso de cocina mexicana en Basque Culinary Center me dijo que el mole negro le recordaba a la morcilla de caldera de su natal Baeza. Para ese entonces, ni yo sabía dónde estaba Baeza, ni imaginaba que 4 años después terminaría viviendo en Andalucía, y mucho menos sabía por qué una morcilla podría parecerse a un mole negro y que un joven cocinero se iluminara de posibilidades y referencias
