Investigar es romper paradigmas y fronteras. En Gastronomía es generar conocimiento en forma de métodos y técnicas.
Hacer investigación en cualquier disciplina generalmente significa ir más allá de lo establecido, proponer nuevas rutas de pensamiento, comprobar o rechazar hechos o ideas que otros han generado.
En general, es proponer vías para la solución de problemas existentes que por mucho tiempo no han podido resolverse.
En Gastronomía, la investigación no es diferente: se trata de ir más allá de los límites actuales de cocina, de romper con las fronteras del conocimiento actual para abrir nuevas posibilidades de reflexión, nuevas técnicas, mejores formas para entender los sabores, o nuevas rutas para preservar tradiciones.
Hacer investigación gastronómica se trata no solo de retratar lo que ya existe o de contar por nuevos medios lo que otros han dicho. En realidad, se trata de que los cocineros pongan a prueba sus propios límites mentales y físicos para después compartirlos con otros que podrán mejorar lo hecho, corroborarlo, o rechazarlo para proponer algo nuevo. Se trata de que la Gastronomía sea una ciencia en toda la extensión de la palabra.
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