Hacia un camino de ciencia 100/366
Todas las disciplinas universitarias nacieron de forma muy similar: primero como una actividad humana inconsciente, luego como un ordenamiento primigenio de dichas necesidades, para después tomar forma de una serie de acciones, pensamientos, posturas y reglas generales de cómo o para qué hacer las cosas desde ese punto de vista específico.
Desde la Filosofía, entendida como la madre de todas las disciplinas, pasando por la Historia, la Alquimia, hasta llegar a las más avanzadas formas de Física Cuántica, todas las disciplinas han nacido casi del mismo modo, y se han desarrollado gracias a una serie de individuos o grupos que buscaron mejorar las capacidades de dicha actividad, expandir sus fronteras para que los que decidieron ser parte de ella pudieran incrementar sus conocimientos, mejorar sus habilidades y dotar a dicha ciencia de facultades de evolución continua.
La Gastronomía como disciplina académica surgió en 1994, y su capacidad de expansión está en el mejor momento de todos: existen un sinfín de oportunidades para aquellos deseosos de mejorar sus condiciones, lograr que evolucione en sus alcances académicos, y conseguir que los niveles actuales de estudio de la alimentación sean considerados relevantes por otras disciplinas. Que la Gastronomía expanda sus fronteras científicas depende directamente de los involucrados en ella. La academia gastronómica depende de la generación de académicos, y en ese punto es donde más divertidas las cosas son.
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