Reconocer el trabajo de otros 66/366
La humildad podría considerarse como el primer resultado que obtiene el investigador tras someterse a sí mismo a la revisión continua y reflexiva de los Valores Fundamentales (Ética, Humanismo y Responsabilidad). Porque al hacerlo, le otorgan la capacidad de ser consciente de sí mismo, de encontrar su lugar y momento, de saberse existente con razones, objetivos, errores y virtudes.
Ser consciente del camino propio –con todas las condicionantes positivas y negativas que le son inherentes- permite entonces ser consciente del camino ajeno, de reconocer en los otros las oportunidades para mejorar el trabajo propio, de saberse miembro de un organismo más grande denominado colectividad. Saberse en el mismo trayecto que otros recorren, o que otros busquen recorrer el mismo trayecto que nosotros siempre resulta en beneficios personales, en posibilidades de crecimiento colectivo y en investigaciones que son totalmente nutridas y llenas de valor.
Reconocer el trabajo ajeno y todo lo que simboliza para esas personas siempre mejora la perspectiva de autocrítica y de mejoramiento continuo. Cuando vemos en los demás lo exitoso que son, comenzamos a comprender en nosotros mismos la calidad de nuestros éxitos. Verse a través de los demás.
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