Los resultados de cualquier investigación deben compartirse tras un proceso de verificación, edición, buena redacción y comprensión sobre los alcances de la información compartida. El conocimiento no requiere de un cierto tipo particular de medio para compartirse con el mundo, por el contrario, es flexible, adaptable y puede tener diversidad de vías de materialización.
Para la investigación gastronómica propuesta desde el CIG, la información compartida tiene el mismo valor sin depender de los medios que se usen. Es lo mismo tuitear, bloguear, hacer una tesis o escribir un libro; esto es porque el conocimiento que se publicará tendrá una revisión exhaustiva respecto a las formas de redacción, su pertinencia con los Valores Fundamentales, y la necesidad de retribuir a aquellos que la generaron.
En Investigación Gastronómica no importa la forma sino el fondo. Publicar en Facebook o escribir un libro de mil páginas debe tener el mismo rigor, estructura e intención sin importar la extensión de lo dicho. Debe adaptarse al mercado al que será compartido pero jamás perder esencia, de esta manera la información puede llegar a más gente sin necesidad de esperar tanto.
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