La investigación es un estilo de vida 31/366
Así como hacer un determinado ejercicio, mantener una dieta saludable o dejar el cigarro o el alcohol, hacer investigación primero requiere de un cambio de hábitos que muchas veces parecen complicados de conseguirse, pero que de hacerse, se convierten después en un estilo de vida determinado que nos lleva al éxito en todas las tareas emprendidas.
Primero se tiene que eliminar la pereza, como en cualquier otra actividad. Luego –como nos pasa a muchos por la fuerza de la costumbre- debemos obligarnos para mejorar las condiciones de escritura, sintaxis e incluso capacidad de hablar que eso nos llevará a expresar nuestras ideas sin faltas de ortografía, con elocuencia única, y con capacidad de llegarle a más personas de las que creemos con el menor error posible.
Luego, se trata de ver en todo aquello que hacemos una posibilidad inherente de tema de investigación: una duda, una pregunta recurrente o un constante sueño pueden ser motores de investigación. Para después, con trabajo y constancia, compartir el proceso y los resultados. Al final, volver a empezar, una y otra vez, y las veces que sean necesarias para hacernos mejor investigadores, mejores humanos y darle a nuestro oficio eso que se merece y que tanto le hace falta: CONOCIMIENTO ORDENADO.
Nunca es tarde para empezar, los estilos de vida se comienzan al dar pequeños pasos. Decídete a dar los tuyos.
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