Compartir y confrontar 29/366
Cuando se libera un conocimiento al público, generalmente algo cambia en la mente de quien lo envía y de quien lo recibe. Este proceso de intercambio y retroalimentación siempre beneficia a ambas partes y abre nuevas puertas para otros conocimientos. Para la investigación, es básico este proceso en el que se confrontan visiones, pueden surgir nuevas preguntas y dudas que pueden dejar frío al investigador.
Esas confrontaciones generalmente demuestran dos cosas: que los temas jamás están agotados, y que tal vez la investigación debe continuar para mejorar y crecer. Dicho proceso obligan al investigador a situarse humilde ante los temas que maneja, a continuar capacitándose y entrenando su mente para no detener su desarrollo, y situarse como un auténtico buscador del conocimiento.
Una pregunta puede destruir años de investigación, o puede ser la oportunidad para mejorarse a sí mismo y continuar contribuyendo al crecimiento de la disciplina. La confrontación es crecimiento.
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