Un mercado, un taco, una receta, una fruta, una verdura, un árbol y sus hojas, una hierba aromática, y hasta una simple tienda de la esquina pueden ser objeto de la investigación gastronómica; se pueden convertir en la labor de vida, obsesión y objeto de estudio de los verdaderos apasionados, y una manera de descifrar los códigos inherentes a la gastronomía.
Hay que recordar que todas las cosas que conforman a la Gastronomía como actividad humana están sujetas a observarse, analizarse, estudiarse, y desmenuzarse como parte de un proceso de investigación, y depende del enfoque o ángulo que utilicemos para abordar el tema en cuestión serán los resultado que obtengamos.
El Principio de las Dos Mitades del Comal –ese que dice que toda la información puede estar sujeta a dos ángulos de información: la sociocultural y la bioquímica- aplica para analizar cualquier elemento gastronómico que se decida estudiar. Lo importante es considerar que la información que obtengamos siempre estará sujeta a posibles consultas y mejoras para futuras investigaciones o por otros colegas.
Todo lo que se investiga se debe compartir, pero lo más importante es que cualquier cosa a nuestro alrededor puede ser parte de un tema, motivo de dudas, preguntas profundas o investigaciones que cambien el rumbo de la historia. No renuncies a investigar cualquier cosa que tengas en la cabeza o en el corazón, porque eso puede ser el principio de una gran carrera en la investigación.
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