Cuando se hace investigación surgen muchas preguntas que hacen dudar sobre el camino a tomar, sobre las preguntas qué hacer, sobre el tono de una conversación o sobre tomar o no tomar una fotografía o un video en el momento oportuno aunque a veces revele ángulos negativos de algo o alguien.
Dudar es natural para un investigador, es parte de su condición de vida y su manera de hacer las cosas. Pero la duda no debe generar parálisis, sino rutas posibles que deben estar basadas en la reflexión profunda de los alcances de una decisión, en la posibilidad de hacer daño, ofender o lastimar a alguien con nuestros actos. El investigador puede ser tan bueno en su actividad que a veces puede caer en provocaciones innecesarias.
Ante cualquier duda, la Ética. Una forma de nombrar a los Valores primarios de cada quien, que están sujetos a las interpretaciones y modificaciones regionales pero que siempre coinciden en el fundamental RESPETO por la individualidad ajena y propia, en tener consideración del otro antes de actuar y de ponerse en los zapatos del otro antes de preguntar algo, tomar una fotografía o compartir un texto en redes sociales.
Entonces, cuando hagas investigación, esfuérzate para que tus decisiones, acciones y pensamientos estén orientados por la Ética, entendida como la posibilidad muy humana de decidir entre lo bueno y lo malo, lo respetuoso y lo ofensivo, lo correcto y lo incorrecto. Nada daña más al mundo que una investigación realizada sin Ética, hagamos de lo hecho en gastronomía una oportunidad para cambiar al mundo en un lugar mejor.
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Lalo Plascencia
Investigador Gastronómico
Centro de Innovación Gastronómica
Fundador y Director General
+52 1 55 2300 6197 (móvil)
2016 Año de la Innovación y el Conocimiento
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